El ex Abuelo de la Nada,Hoy toca en Europa y vive aislado en el Tigre.
Daniel Melingo 13.04.2012 | Por Juan Andrade Especial Para Clarín Para llegar a la morada de este nuevo referente del tango, hay que dejar atrás todos los bares y esquinas de Buenos Aires. Atravesar una calle suburbana en la que los talleres mecánicos son reemplazados por astilleros. Subirse a una lancha remís, cruzar el Río Luján y, finalmente, desembarcar en un pequeño muelle de madera.
Desde el verano pasado, Daniel Melingo se instaló en una posada ubicada en una isla del Delta del Tigre. “Nos vinimos con la familia, pero los chicos en la semana tienen escuela. A mí me tocó retiro espiritual”, tira, con una sonrisa oblicua. “Es un lugar hermoso. Inspirador. Acá no hay pasado ni presente ni futuro. Hay música”, agrega, un tanto enigmático
El ex Abuelo de la Nada,Hoy toca en Europa y vive aislado en el Tigre.
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13.04.2012 | Por Juan Andrade Especial Para Clarín
Para llegar a la morada de este nuevo referente del tango, hay que dejar atrás todos los bares y esquinas de Buenos Aires. Atravesar una calle suburbana en la que los talleres mecánicos son reemplazados por astilleros. Subirse a una lancha remís, cruzar el Río Luján y, finalmente, desembarcar en un pequeño muelle de madera.
Desde el verano pasado, Daniel Melingo se instaló en una posada ubicada en una isla del Delta del Tigre. “Nos vinimos con la familia, pero los chicos en la semana tienen escuela. A mí me tocó retiro espiritual”, tira, con una sonrisa oblicua. “Es un lugar hermoso. Inspirador. Acá no hay pasado ni presente ni futuro. Hay música”, agrega, un tanto enigmático